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Implementar ejes verdes en toda la ciudad de Barcelona podría reducir un 13% el consumo anual de antidepresivos y las visitas a profesionales de la salud mental

10/04/2023

Implementar ejes verdes en toda la ciudad de Barcelona podría reducir un 13% el consumo anual de antidepresivos y las visitas a profesionales de la salud mental

Un estudio de impacto en salud estima las mejoras en salud mental que derivarían de un incremento en la superficie verde a lo largo de la ciudad

Un estudio de impacto en salud liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación ”la Caixa”, ha concluido que implementar ejes verdes a lo largo de toda la ciudad de Barcelona reportaría una “reducción considerable” en los problemas de salud mental que soporta la población adulta y en los costes directos e indirectos asociados a los mismos. La investigación se ha dado a conocer en la revista Environment International.

Se estima que más de un 30% de la carga de enfermedad en el mundo está relacionada con cuestiones de salud mental. La evidencia científica ha mostrado que los espacios verdes benefician la salud en general y específicamente la salud mental a través de diversos mecanismos, entre los que figuran la mitigación de la contaminación atmosférica, el ruido y el calor, su capacidad para reducir el estrés y facilitar los procesos de restauración en el cuerpo o bien por su relación con una mayor actividad física e interacción social.

Con este estudio, el equipo científico se propuso evaluar las consecuencias para la salud mental de la población de una de las estrategias que figuran en la agenda de la ciudad de Barcelona para, entre otros fines, tratar de dotar al trazado urbano de mayor espacio verde. Se trata de los Ejes verdes, un plan que forma parte del proyecto de las supermanzanas y que, aunque por ahora se está llevando a cabo de manera focalizada sobre todo en el centro, contempla la transformación de una de cada tres calles en corredores verdes.

Para realizar el análisis obtuvieron datos de un estudio previo que había cuantificado la superficie de espacio verde y el grado de verdor de la misma en toda la ciudad para el año 2015. Posteriormente, calcularon el aumento de espacios verdes que produciría la implementación del plan de los Ejes verdes a lo largo de todo el territorio municipal. Los datos relativos a la salud mental de la población se obtuvieron de la Encuesta de Salud de Barcelona (2016-2017). Aplicando los cálculos de estudios previos sobre la relación entre espacios verdes residenciales y salud mental, pudieron entonces estimar cómo el aumento de este tipo de superficies contemplado en el plan de los Ejes Verdes repercutiría en varios indicadores de salud mental de la población.

A través de esta metodología, estimaron que, en caso de ejecutarse en su totalidad, el plan de Ejes Verdes reportaría un incremento del 5,67% en la superficie verde de la ciudad, fundamentalmente en áreas residenciales. A su vez, ese incremento de la vegetación permitiría prevenir cada año un 14% de los casos anuales de mala salud mental autopercibida, un 13% de las visitas a profesionales de la salud mental y del uso de antidepresivos y un 8% del uso de tranquilizantes / ansiolíticos. Asimismo, el estudio calcula que todos estos beneficios en la salud mental de la población se traducirían en un ahorro de 45 millones de euros anuales en costes directos e indirectos de salud mental.

“Barcelona tiene un problema que debe solucionar de manera urgente. Actualmente, solo el 11% de la ciudad está ocupado por espacio verde, y eso contando Collserola, que aglutina el 60% del espacio verde municipal. En el Ensanche, por ejemplo, tan solo el 6,5% de la superficie está destinada a espacio verde, cuando calculamos que para cumplir con la recomendación de la OMS de al menos un espacio verde de al menos 500 metros cuadrados a no más de 300 metros de casa, habría que llegar al 25% de la superficie”, explica Natalie Mueller, investigadora de ISGlobal y última autora del estudio.

“Actualmente solo el 20% de la población de Barcelona cuenta con el acceso a espacios verdes recomendado por la OMS. A nivel europeo tan solo el 40% de las personas que habitan en ciudades gozan del acceso al verde recomendado, lo que indica que hay mucho trabajo por hacer en materia de reverdecimiento urbano”, explica Evelise Pereira, investigadora de ISGlobal y coautora del estudio.

"Este estudio ayuda a ilustrar que el reverdecimiento es una estrategia pertinente para promover la salud y, en particular, la salud mental, en entornos urbanos”, afirma Diana Vidal Yáñez, coautora del estudio.

“Pese a que nuestro estudio evalúa el impacto potencial del plan de Ejes verdes, los resultados no son exclusivos para Barcelona. Cualquier actuación en cualquier ciudad que lleve a incrementar la superficie verde próxima a los domicilios debería conducir a mejoras en la carga de salud mental de la población. Ahora bien, para que se produzcan estos beneficios es imprescindible que las actuaciones se distribuyan de manera equitativa por toda la ciudad y que vayan acompañadas de políticas complementarias, como sistemas de transporte público y activo de alta calidad, zonas de bajas emisiones o políticas para luchar contra la especulación y la gentrificación”, sostiene Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.





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