Según datos recogidos por Odismet, el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de Fundación ONCE, del estudio sobre las mujeres españolas y están en edad laboral.

El 5,5% de las mujeres españolas y están en edad laboral (entre 16 y 64 años) tienen algún tipo de discapacidad, según datos recogidos por Odismet, el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de Fundación ONCE. En función de la misma fuente, estas mujeres representan el 43,5% del total de la población con discapacidad en edad activa.

Estudio sobre las mujeres españolas en edad laboral

A medida que aumenta la edad, la representación de mujeres es mayor, superando incluso el porcentaje de varones si se suma también a las personas mayores de 64 años. Entre la población sin discapacidad, las mujeres representan el 50,5%. 

Un factor a tener en cuenta es la edad, ya que el 73,8% de la mujer con discapacidad se concentra en el segmento de 45 a 64 años, algo que no ocurre entre las mujeres sin discapacidad (para ese corte de edad ellas suman el 44,2%). 

En cuanto a la distribución porcentual de mujeres en edad activa con discapacidad por comunidades autónomas, es la siguiente:  Andalucía: 18,2%; Aragón: 2”; Asturias: 2,8”; Illes Balears: 1,9”; Canarias: 4,5%; Cantabria: 1,7%; Castilla y León: 4,6%; Castilla - La Mancha: 4,8%; Cataluña: 18,6%; Comunidad Valenciana: 9,8%; Extremadura: 2,2%; Galicia: 6,3%; Madrid: 12; Murcia: 4,3%; Navarra: 0,9%; País Vasco: 4,2%; La Rioja: 0,5%; Ceuta y Melilla: 0,7%. 

Con respecto al tipo de discapacidad, del total de mujeres casi la mitad (47,6%) tienen discapacidad física, seguidas de las discapacidades psicosociales y, aunque esta distribución es similar a la de los varones, entre las personas con discapacidad auditiva cerca del 50% son mujeres. 

Por otra parte, la situación de dependencia, que añadiría un nuevo factor de dificultad para las mujeres con discapacidad, les afecta en un 15,5%, frente al 16,6% de los varones. 

Sobre el total de mujeres con discapacidad. el 26,9% están ocupadas y un 7,7% no tiene empleo. Su relación con el mercado de trabajo está marcada por un alto porcentaje de inactividad (un 65,4%).

En esta realidad, las mujeres con discapacidad cuentan con una tasa de actividad del 34,6%, una tasa de empleo del 26,9% y una tasa de paro del 22,4%. Estos datos, en el caso de las mujeres sin discapacidad, son del 70,7%, 58,4% y 17,4% respectivamente.

La contratación a mujeres con discapacidad representó el 38,4 % del empleo creado en el colectivo en 2020 y supuso 4,6 puntos menos que la cifra registrada entre las mujeres en general.

La distribución porcentual de contratos a mujeres con discapacidad por comunidades autónomas es la siguiente:  Andalucía: 19,2%; Aragón: 2,2%; Asturias: 3,1%; Islas Baleares: 1,6%; Canarias: 3,6%; Cantabria: 2%; Castilla y León: 5,6%; Castilla La Mancha: 5,5%; Cataluña: 14,4%; Comunidad Valenciana: 8,7%; Extremadura: 3,3%; Galicia: 6,2%; Madrid: 12,4%; Murcia: 3,5%; Navarra: 1,5%; País Vasco: 5,6%; La Rioja: 0,6%; Ceuta: 0,3%; Melilla: 0,6%. 

Formación

En cuanto a la formación, el 20,7% de las mujeres con discapacidad no supera los estudios primarios, algo que en el caso de las mujeres que no tienen discapacidad sucede en el 6,6%; el 58,4% tienen estudios secundarios, y el 20,9% alcanzan estudios superiores, la mitad del nivel mostrado por las mujeres sin discapacidad (40,1%). 

Además, aún existe un porcentaje significativo de mujeres con discapacidad sin formación, ya que el 5,6% tienen analfabetismo, frente al 0,5% de mujeres sin discapacidad.  En el caso de los hombres con discapacidad, el nivel de analfabetismo es del 4,7% y en los varones sin discapacidad del 0,4%

Asimismo, el porcentaje de mujeres con discapacidad que están cursando estudios es solo de un 8,5%, mientras que para el caso de las mujeres sin discapacidad el dato es del 21,3%. 

Odismet se enmarca en los programas operativos de Inclusión Social y de la Economía Social (Poises) y de Empleo Juvenil (POEJ), que está desarrollando Fundación ONCE a través de Inserta, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo y la Iniciativa de Empleo Juvenil, para incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.

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