El director general de Políticas de Discapacidad del
Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Jesús Celada, ha asegurado que
“la discriminación sufrida por las personas con discapacidad en el acceso a la
sanidad exige una profunda reflexión”, ya que “como sociedad avanzada no
estamos preparados para asumir que, ante la falta de recursos sanitarios, haya
que escoger quién vive y quién no”.
“Pero llegado el momento, también por ser una sociedad
avanzada, es cuando con más fuerza hay que defender los derechos de los más
vulnerables, en este caso, personas mayores y personas con discapacidad. A
ellos les hemos contagiado y a ellos les tenemos que cuidar”, declara Jesús
Celada en una entrevista concedida a la publicación ‘Cermi.es semanal’. Se
puede acceder a la edición 391 de la publicación en este enlace.
En ella Jesús Celada, critica los pronunciamientos de
algunas sociedades científicas que abogaron por usar la discapacidad o la edad
avanzada como criterios de descarte en el acceso a determinados tratamientos de
cuidados intensivos en lo peor de la pandemia de coronavirus. “Nos preocupaba
mucho que en un contexto de emergencias en el que se ha incorporado personal
sanitario con pocas ‘horas de vuelo’, esas recomendaciones fueran su manual de
referencia. Afortunadamente reaccionamos a tiempo y solicitamos la valoración
del Comité Español de Bioética (CEB)”, explica Jesús Celada, quien lamenta
también la situación vivida en residencias de personas con discapacidad y
mayores.
En cuanto a la elaboración del borrador de desescalada de
las personas con discapacidad, diseñada junto con el CERMI y las entidades de
ámbito estatal, expone que se está basando en los principios de “competencias,
prioridades y seguridad”. En este sentido, indica que se está procediendo a la
identificación de qué servicios y en qué condiciones han de ser activados en
cada una de las fases para “escalar la desescalada juntos”.
REHABILITACIÓN Y ATENCIÓN TEMPRANA
Para ello, detalla que “se priorizará la activación de
servicios como la rehabilitación sicosocial y física y la atención temprana,
así como la atención domiciliaria o incluso virtual en la primera fase y
reservando la apertura completa de los centros para la última de ellas”.
Asimismo, resalta que en el documento se definen medidas
específicas con respecto a las entidades sociales de la discapacidad como
“agilizar la tramitación del Impuesto de Sociedades y priorizar proyectos
relacionados con las consecuencias del COVID-19 en la convocatoria del IRPF”.
Celada repasa también las principales acciones llevadas a
cabo por el Gobierno para tratar de mitigar las consecuencias de la pandemia en
las personas con discapacidad y apunta, como ejes de la agenda del Ejecutivo
sobre discapacidad próximamente, la erradicación de las esterilizaciones
forzosas; la inclusión laboral, y tener en cuenta la “singularidad” de las
personas con discapacidad en la regulación del ingreso mínimo vital, entre
otros asuntos.
De igual modo, para cimentar mejor el futuro, el director
general de Políticas de Discapacidad propone realizar un análisis holístico de
la actual crisis sanitaria, de sus causas y de sus consecuencias.
LÁSTIMA, MARGINACIÓN Y TRAGEDIA
Por otra parte, la publicación incluye un artículo de
opinión del periodista Tom Martín Benítez, quien analiza de forma prolija la
imagen de las personas con discapacidad en los medios de comunicación,
partiendo de un repaso al trato social dispensado a la discapacidad desde la
Prehistoria. “La discapacidad ha soportado durante siglos una mirada inspirada
en la lástima, la compasión, la marginación y la tragedia”.
En la actualidad, Martín Benítez defiende que la presencia
en medios de comunicación de las personas con discapacidad y sus familias ha
mejorado cualitativa y cuantitativamente. Así, enumera diferentes estudios e
investigaciones realizados en los últimos años y diferentes guías de estilo y
recomendaciones para que la prensa pueda ofrecer un trato adecuado de la
discapacidad, huyendo del sensacionalismo. “Que siga el debate, el objetivo
será siempre la igualdad real y urge alcanzarlo ya, cuanto antes”, apuntala
este periodista.
Además del repaso a la actualidad sobre discapacidad de los
últimos siete días, incluidas las novedades en el ámbito legislativo, ‘Cermi.es
semanal’ contiene una entrevista con Alberto Torres, el primer concejal español
usuario de lengua de signos española. En ella, Torres, que acaba de desembarcar
en la política de la ciudad de Santander, repasa su trayectoria, poniendo el
foco en la importancia que la lengua de signos española ha tenido en las
distintas etapas de su vida. Y es que, tal y como recuerda, “al ser mis padres
sordos y mi hermano también, en mi casa desde siempre la comunicación era en
lengua de signos sin ninguna barrera comunicativa, pues además era una casa
adaptada”.
Tras una infancia que califica de “normal” en la que se
sentía “uno más del colegio, para lo bueno y para lo malo”, considera la LSE
“un tesoro, herencia de su madre”, que le ha permitido desempeñar diferentes
labores como profesor especialista en distintas asociaciones como la
Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y actualmente en la Federación
de Personas sordas de Cantabria (Fescan).
Fuente: discanet
VOLVER