01/12/2011
No a los recortes: Por los derechos sociales y la continuidad y estabilidad del sector de la discapacidad. Mantener las conquistas. Las personas con discapacidad y sus familias siguen siendo un grupo social sometido estructuralmente a exclusin severa, con dificultades enormes para ejercer sus derechos bsicos y libertades fundamentales y para acceder a los bienes, productos y servicios que se consideran como normales para toda la poblacin. La gravsima crisis econmica y de empleo que padecen Espaa y Europa estos ltimos aos tiene un impacto mucho mayor en las personas con discapacidad y sus familias, y de forma especial en las mujeres con discapacidad, ya que la mayor vulnerablidad de esta parte del sector hace que la crisis incida en ellas de forma ms virulenta, que ven peligrar o en riesgo de retroceder las an precarias conquistas sociales y de derechos obtenidas a lo largo de los ltimos tiempos, gracias a la lucha sostenida del movimiento social de la discapacidad. Estos avances han de ser mantenidos a toda costa como logros irrenunciables y no son susceptibles de reduccin o recorte; los poderes pblicos han de preservar ese nivel de derechos y apoyos e incrementarlo con polticas y legislaciones enrgicas de inclusin. La realidad de los recortes. Los recortes sociales en el mbito de la discapacidad no son por desgracia nuevos. En muchos mbitos han venido producindose en los ltimos tres o cuatro aos reducciones significativas de partidas sociales que han hecho desaparecer o comprometido gravemente la sostenibilidad de servicios y dispositivos de apoyo y atencin directos a hombres y mujeres con discapacidad y a sus familias, sobre todo los gestionados por estructuras del tercer sector no lucrativo que, a pesar de la actual situacin de crisis, han contribuido desde sus entidades a la creacin y al sostenimiento del empleo. Estos recortes debilitan los niveles de inclusin social conseguidos con tanto esfuerzo en los ltimos tiempos y pueden originar un proceso progresivo de desmantelamiento de recursos y apoyos de consecuencias impredecibles para el bienestar social de las mujeres y hombres con discapacidad y sus familias. Compromiso firme de los poderes pblicos. El nuevo Gobierno que surja de las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 y los gobiernos autonmicos renovados en gran medida en los primeros mese de este ao deben comprometerse firmemente con los objetivos de inclusin de las personas con discapacidad y de sus familias mediante el desarrollo de legislaciones, polticas, estrategias y decisiones reforzadas que mantengan la discapacidad en puestos relevantes y permanentes de la agenda poltica. La crisis econmica y social no puede servir de coartada o pretexto para detener las polticas pblicas de discapacidad y menos an para reducir los derechos sociales o la intensidad de apoyos y recursos que deben recibir las mujeres y hombres con discapacidad para asegurar su proceso de inclusin en la comunidad y un nivel de vida digno. Por una autntica autonoma personal. En especial, la Ley 39/2006 y el Sistema para la Autonoma y Atencin a la Dependencia que esta crea, cuyo despliegue en sus poco ms de cuatro aos de andadura ha sido desigual e incompleto, frustrando muchas de las expectativas despertadas, no necesitan recortes, moratorias o replanteamientos a la baja, sino un impulso poltico y presupuestario decidido para consolidar definitivamente un nuevo dispositivo de proteccin social que tiene que dar una cobertura suficiente y digna a enormes necesidades sociales an sin respuesta. Todo ello, sin que se resientan o debiliten las polticas de discapacidad, que es una realidad ms amplia y numerosa, pues la promocin de la autonoma personal y la atencin a la dependencia no puede justificar en ningn caso la continuidad y ampliacin de los recursos y apoyos dirigidos a todas las personas con discapacidad, estn o no en situacin de dependencia o tengan necesidades de apoyo intensas para la autonoma personal. La discapacidad y las polticas de discapacidad tienen sustantividad y perfil propios, y no pueden confundirse o desdibujarse con la atencin a la dependencia, que es solo una parte de las polticas sociales de inclusin. Salida inteligente de la crisis. La superacin de la actual crisis econmica y de empleo, que sufren las personas con discapacidad y sus familias con mucha mayor intensidad que otros sectores ciudadanos, no puede pasar por la salida fcil de recortar o suprimir los derechos y prestaciones de carcter social, que en Espaa son todava dbiles, inestables y discontinuos. Las necesarias medidas reordenacin y racionalizacin de las estructuras productivas, de las polticas y de las cuentas pblicas han de recaer con preferencia en aquellos mbitos, entornos y estructuras que no solo no generan valor, riqueza y cohesin sociales, sino que han estado y estn en el origen de la actual situacin de crisis, constituyendo un lastre para el desarrollo sostenible y la creacin de empleo. La permanencia de la visin de derechos humanos. La forma de abordar la discapacidad es el enfoque de derechos humanos. Las legislaciones, las polticas y la accin pblica hacia las personas con discapacidad y su entorno familiar han de ir impregnadas de esta visin de derechos. Este enfoque de derechos humanos tiene su plasmacin poltica y jurdica en la Convencin Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, que forma parte del Derecho interno, al haber sido firmada y ratificada por Espaa. El proceso de asimilacin de los principios, valores y mandatos de la Convencin debe continuar en los prximos aos, ya que su acervo se proyecta en mltiples frentes y dominios que necesitan revisarse a la luz del Tratado internacional de la discapacidad. En la prxima Legislatura, habr que aprobar un nuevo bloque legislativo de adaptacin y ajustes normativos a las Convencin tanto en el plano estatal como en el autonmico, que comprendan esferas como la igual capacidad jurdica, las leyes civiles, el Cdigo Penal, la legislacin educativa, entre otras. Movilizacin cvica. El CERMI, como organizacin representativa de las personas con discapacidad y sus familias, cuya misin consiste en incidir polticamente all donde se toman las decisiones, actuar para impedir y contrarrestar la adopcin de medidas, presentes y futuras, que vayan en contra de la inclusin y las proteccin sociales de los grupos ciudadanos ms vulnerables, alertando, movilizando y activando sus estructuras y su capacidad de influencia y presin para la consecucin de estos objetivos irrenunciables. Coparticipacin. En estos momentos en los que un contexto econmico y social tan adverso exige decisiones de gran calado y alcance, los poderes pblicos y los gobiernos deben contar activamente con los movimientos sociales, como el de la discapacidad, en la preparacin, diseo, implantacin y seguimiento de las medidas que hayan de adoptarse para afrontar la crisis, a fin de que stas surjan con la legitimidad ciudadana imprescindible