Las personas con discapacidad intelectual tienen derecho a tener un lugar para vivir, libremente elegido, y al que puedan llamar hogar. As� lo expres� Diego Landa, miembro de la Junta Directiva de la Federaci�n de Organizaciones en favor de personas con discapacidad intelectual (FEAPS Madrid), en la inauguraci�n de las primeras I Jornadas de Vivienda. Estas jornadas, las primeras que se celebran para profesionales de los servicios de vivienda de personas con discapacidad intelectual, se celebraron en los salones de la Fundaci�n Aprocor, cuyo presidente, Ram�n Corral destac� la importancia de desarrollar acciones que permitan convertir en realidad el Art�culo 19 de la Convenci�n de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, que se refiere a que �stas puedan tener la oportunidad de elegir su lugar de residencia y d�nde y con qui�n quieren vivir. La ponencia central corri� a cargo de Berta Gonz�lez, Directora T�cnica de Fundaci�n Aprocor, que plante� la necesidad de iniciar un camino en el que los diferentes entornos de vivienda respeten los intereses individuales de las personas con discapacidad intelectual. En ese camino, afirm� Gonz�lez, parece fundamental hacer posible el derecho de las personas con discapacidad intelectual a definir y dise�ar c�mo quieren que sea su vida, con qui�n la quieren compartir, cu�l es su vocaci�n� para que puedan hacer realidad su proyecto de calidad de vida. Durante las jornada, se puso de manifiesto la necesidad de que el cambio de paradigma de la discapacidad intelectual provoque que los servicios de vivienda no sean servicios de sustituci�n al hogar familiar primario, sino verdaderos hogares, entendiendo que la �vivienda es parte del hogar pero el hogar es mucho m�s que la vivienda�. En la mesa redonda celebrada a continuaci�n particip� un grupo de personas con discapacidad que expusieron su experiencia personal como usuarios de diferentes formas de vivienda, los tipo de apoyos han necesitado y d�nde y c�mo les gustar�a vivir. A trav�s de sus testimonios se ha evidenciado el hecho de que las personas con discapacidad intelectual tienen claro c�mo, d�nde y con qui�n quieren vivir, y que con los apoyos y las oportunidades adecuadas del entorno, pueden llegar a hacer realidad sus propios proyectos de vida: �Yo he dado el primer paso y s� que vale la pena�; �Esta es mi vida� o �He arriesgado por mi� han sido algunas de sus palabras en relaci�n los primeros pasos para la construcci�n de sus planes de vida.

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