Asociación de Personas con discapacidad
Virgen de Consolación

Paseos para ganar autonoma

11/06/2012

Paseos para ganar autonoma

Terapeutas salen a la calle con adolescentes con discapacidad intelectual para que aprendan a hacer la compra, coger un autobs, pedir un helado o pagar en una tienda En las salidas participan chavales que tienen entre 11 y 19 aos. "Tenemos que ayudarles a tener intereses adultos. Si les ofrecemos un modelo infantil, seguirn siendo infantiles", explican las tereapeutas. El efecto de la actividad es triple. A los chavales les sirve para desarrollar las capacidades que tengan y para sentirse independientes de su familia. A los padres, para ver hasta donde son capaces de desenvolverse sus hijos por s solos. A la sociedad, porque se sensibiliza a favor de la discapacidad. "Estas personas son as, no tienen una enfermedad, tienen una discapadidad. Son as y son ciudadanos. Hay que tratarlos con respeto y deben llevar una vida normalizada", argumenta Almudena. Hay algunos chavales que an sin tener un impedimento fsico no son capaces de vestirse, atarse los cordones o expresar una necesidad. Pero durante el paseo hay que tomar decisiones y manifestar deseos. Por ejemplo, elegir qu helado van a tomar. Ante una heladera de calle Larios, las terapeutas consiguen su objetivo. Cada chaval sale degustando lo que ha elegido. Unas de las chavalas se sobresalta simplemente por el ruido que hacen las tapas de los compartimentos en los que la heladera guarda cada sabor. Se pone nerviosa, pero controla la situacin. "No pasa nada, no pasa nada", repite la adolescente. La frase se la han enseado las terapeutas justamente para que sepa sobreponerse a los ruidos que se ir encontrando por la calle. Mientras Nazaret Bernal, Olivia Snchez (terapeutas), Noelia Garca y Anabel Carrillo (voluntarias) salen de la heladera, Almudena se concentra en apoyar a otra chavala que tiene un mal da. Su discapacidad no es fsica, sin embargo su atencin resulta ms compleja que la de los que van en silla de ruedas. "Esta es una poblacin muy fcil de sobreproteger, pero si le hacemos las cosas no les ayudamos a madurar. Tienen un futuro de dependencia. De lo que se trata es de que puedan participar al mximo de sus posibilidades para que tengan calidad de vida y sean adultos felices", sostienen las terapeutas. Ana, madre de una de las adolescentes, da una retahla de nombres indescifrables cuando se le pregunta qu tiene su hija. Pero en sntesis, su gran dependencia es producto de falta de oxgeno durante el parto. "La apunto a esta actividad para que desarrolle al mximo su autonoma y haga algo fuera de su casa con un grupo de iguales", relata. A su lado est Maringeles. Su hija tiene parlisis cerebral y se comunica por gestos y pictogramas. "Con esta actividad mejora mucho su autoestima", asegura. Los padres tienen que costear los talleres de su bolsillo. Solo la atencin temprana, que se extiende desde los primeros meses hasta los seis aos, est subvencionada por la Junta de Andaluca. Con irona, Ana reflexiona: "La discapacidad es para buenos administradores". Pero los padres que se arremolinan a la entrada de Equipo Sidi coinciden en que la actividad es una prioridad para que sus hijos ganen autonoma. Paul, padre de una chavala de 11 aos, afirma que las actividades le ayudan a desenvolverse algo mejor. Luego expone una realidad a la que se enfrentan estas familias: "En lo pblico no hay nada. Tienes que pagarlo por tu cuenta o quedarte en casa".




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